Redacción
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José Luis García-Galiano dejó el Instituto Cultural de León después de 12 años de trabajar para la paramunicipal. En la actual administración entró al relevo de Arturo Osornio Cuadros en la dirección general. Su labor en este puesto fue de un año y nueve meses.
Lisette Ahedo, directora de Desarrollo en las Artes, será encargada de despacho hasta la elección del nuevo Consejo Directivo y el posterior nombramiento del nuevo director general del ICL. “A mi me toca una responsabilidad por los próximos meses. Mi meta es generar un diagnóstico para el director entrante. Crear un panorama y un análisis para que
él sepa objetivamente en qué estado se encuentra el Instituto Cultural de León y comience a ejecutar estrategias, proyectos, políticas públicas. Que tenga un panorama sólido de lo que ocurre, de lo que le falta y lo que le resta por hacer”, comentó Ahedo.
García-Galiano Robles habló de los pendientes, cambios y necesidades del ICL para la próxima administración.
“Primero tiene que recuperar la credibilidad de la población, es urgente. Tiene que darse cuenta de que fue concebido de acuerdo a un modelo cuando la idea de la cultura era chiquita; pero la necesidad del desarrollo cultural en la actualidad es diferente y seguimos actuando con una maquinaria creada hace 20 años, de acuerdo a un modelo que está rebasado”, expresó García-Galiano.
El también promotor cultural y periodista consideró necesario una reconfiguración del ICL y convertirlo en un “instrumento que no sea proveedor de espectáculos, sino integrador de artistas”; dejar de lado los parámetros cuantitativos de medición de éxito de los eventos y lograr “una noción sólida de la cultura entre la población”. En cuanto al Consejo Directivo del ICL, el director general saliente indicó que su responsabilidad “se ha venido diluyendo” con el paso de las administraciones y que no existen “mecanismos claros, abiertos, transparentes” para la selección de sus integrantes.
Analizar y estudiar los procesos de conformación del Consejo Directivo del ICL es, para García-Galiano, oportuno realizarlo en este momento de transición, para que la solicitud ciudadana de realizar una consulta abierta para la conformación del nuevo consejo del ICL, sea efectiva y atendida por las autoridades correspondientes.
Por último, José Luis García-Galano dijo que no “descuidará” a la institución por la que siente gran cariño; que sabe de sus proyectos pendientes y que él seguirá aportando desde nuevas posiciones a la labor cultural de León y Guanajuato.
